- El MSC, que organiza SETEM Catalunya, ha reunido especialistas de todas partes para reflexionar sobre el futuro de la digitalización, ante el creciente protagonismo de las tecnologías de la información
- También se han puesto de manifiesto los abusos contra los derechos humanos que se esconden detrás de la minería y de las cadenas de suministro de la industria de la electrónica
El Mobile Social Congress (MSC), que se ha celebrado la misma semana que el Mobile World Congress, se consolida como un espacio imprescindible para dar a conocer los impactos de la industria tecnológica. El acontecimiento lo organiza SETEM Catalunya desde 2016.
El MSC, que ha tenido lugar del 27 de febrero al 2 de marzo en Barcelona, llega a su novena edición con el lema «High tech, low rights: qué coste real tiene la tecnología que consumimos?», especialmente los costes sociales y ambientales que implica la producción de electrónica y la creciente digitalización. Lo ha hecho analizando todos los eslabones de la cadena, desde la extracción de los minerales y materias primas necesarias para la producción de electrónica hasta el uso de los dispositivos y cuando estos, al cabo de muy poco tiempo, se convierten en residuos. También sobre los efectos de la digitalización en la salud mental de las personas que hacen uso de la tecnología digital.
La primera acción, fuera de programa, fue una ‘performance’ en las puertas del MWC, el lunes 26 de febrero, bajo el título «La mina a casa», que mostró cómo los efectos de la extracción de materias primas tradicionalmente externalizada en países del Sur global está aumentando, y también está afectando cada vez más países próximos.
El martes 27 arrancó el congreso con una de las novedades de la edición de este año, la emisión en directo de un episodio del podcast Carne Cruda en la sala Paral·lel 62, que contó con la participación de personas expertas en los efectos de los diferentes eslabones de la cadena de producción y consumo de la tecnología digital, con especial énfasis a los problemas derivados de los residuos electrónicos, el derecho a reparar y las iniciativas sociales y legislativas por la prevención de estos residuos.
El impacto de la extracción del litio en territorios indígenas
El programa continuó el jueves 29 con la proyección y cineforum del documental Antes del litio, de Costa Rica Producciones, elaborado con el apoyo del Ajuntament de Barcelona y el Observatorio Plurinacional de Salares Andinos. El documental muestra cómo, actualmente, en el norte argentino, hay activos varios proyectos mineros para la extracción de litio en salares y montañas, habitadas por comunidades que resisten ante el embate de las empresas y los gobiernos que quieren explotar estas zonas sin su consenso.
Participó Laura Fontana, de Alternativa Intercanvi amb Pobles Indígenes, con la moderación de la periodista Marta Molina, que reconoció que la alternativa clave es el decrecimiento, «lo que tenemos que cambiar es la perspectiva y transformar los parámetros de consumo», dijo, teniendo en cuenta que «el impacto que genera en territorios indígenas es alarmante», y que «hay que presionar a las administraciones para que incorporen esta mirada en sus decisiones».
Vulneración de los derechos humanos en la minería del cobalto
Después hubo la presentación del libro Cobalt Red, donde el escritor y activista Siddharth Kara revela los abusos contra los derechos humanos que se esconden detrás de la minería del cobalto en la República Democrática del Congo. Acompañado también de Marta Molina, Kara dijo que «Viajé varias veces a la República Democrática del Congo para documentar qué está pasando en estas minas de suministro del cobalto: lo que vi es el apocalipsis. Centenares de personas, también niños, en situaciones infrahumanas. Hurgando con las manos para conseguir cobalto lo más rápido posible. Tres cuartas partes del suministro del cobalto provienen del Congo, extraído en condiciones terribles. No solo es una violación de sus derechos humanos, también de su entorno».
El activista explicó que cuando compramos un aparato eléctrico no pensamos que está vinculado a la muerte de niños en el Congo, pero que esta es una realidad impuesta por las empresas tecnológicas, que no asumen las responsabilidades de lo que pasa en sus cadenas de suministro. «Las empresas, que están en lo alto de estas cadenas y provocan catástrofes en el Sur Global, tienen que garantizar dignidad: las personas que trabajan al final de la cadena merecen la misma dignidad y los mismos derechos que los trabajadores de las sedes de estas tecnológicas», añadía Kara.
Monitorización de fábricas en China
Para reflexionar sobre las vulneraciones de derechos humanos que se esconden en las cadenas de suministro de la industria de la electrónica y las condiciones laborales en las cuales se trabaja en las fábricas de producción de aparatos eléctricos y electrónicos, Dimitri Kessler, del Economic Rights Institute, habló de la monitorización de fábricas en China. Se identifica un ambiente punitivo para no retardar la producción, pero Kessler asegura que «si hacemos que las empresas sean responsables de sus acciones, su comportamiento cambiará». También explicó qué obstáculos y dificultades encuentran las entidades que intentan hacer tareas de monitorización y de diálogo con las fábricas del gigante chino, un país marcado por una fuerte represión.
Justicia digital
La jornada del jueves se cerró con una mesa redonda sobre justicia digital. La electrónica y en concreto las tecnologías de la información han ganado un creciente protagonismo en los últimos años. En esta novena edición del MSC, SETEM Catalunya quiso reflexionar sobre qué futuro queremos: tenemos que aceptar a cualquier precio la digitalización?
En la mesa redonda participaron Leandro Navarro, de la Universitat Politècnica de Catalunya, sobre identidad y credenciales verificables por la justicia global; Corion Crider, de Foxglove, que habló sobre cómo hacer frente a los gigantes tecnológicos. Sofia Trejo, finalmente, de Barcelona Supercomuting Center, se adentró en el mundo de la inteligencia artificial, para hablar sobre justicia social y ambiental.
Navarro aseguró que las máquinas y las herramientas reproducen el que somos nosotros, «como no tienen que ser racistas o machistas si nosotros lo somos? No lo podemos extraer quirúrigicament».
Crider, por su parte, explicó que un tercio del planeta se conecta a estas plataformas cada día: Facebook, YouTube, Instagram… «Sin el trabajo de moderadores de contenido las redes sociales estarían llenas de terrorismo, pedofilia y otro contenido tóxico. Las redes serían mucho peores, serían un espacio terrible. No dejaríamos que los adolescentes se acercaran, y las empresas no querrían publicitar nada. Todo el beneficio de las empresas se evaporaría. Aun así las empresas del big tech no están garantizando sus derechos laborales».
Trejo añadió que las predicciones mediante inteligencia artificial no son automáticamente ni científicas, ni objetivas, ni ciertas. «En realidad estos sistemas reproducen y amplifican patrones históricos. Los grupos más afectados son los discriminados históricamente: en particular las mujeres y las minorías. Lo que estamos haciendo es generar potenciales formas de violencia y discriminación a gran escala».
Infancia y pantallas
El MSC se cerró el sábado 2 de marzo con una jornada sobre Infancia y Pantallas, en la cual Mercè Botella, de Som Conexión, presentó la Guía para familias crueles y malvadas, en la cual explica de qué manera introducir el primer móvil y cómo hacer el acompañamiento, cuál es la mejor edad para hacerlo, y porqué: «en la guía hablo desde mi experiencia personal con mis hijas; de esto ya hace más de 10 años, y entonces no se hablaba de este tema». Xavier Casanovas, de la Plataforma Adolescencia Libre de Móvil, habló sobre cómo se empezó a organizar este movimiento de familias que ahora ya está presente en todo el estado y qué objetivos tiene, y habló sobre el uso del móvil en los institutos y por qué hay que regularlo: «la sociedad estaba esperando que surgiera un movimiento como este; no necesitamos evidencias científicas sobre cómo afecta el uso del móvil al desarrollo de los niños y adolescentes, la intuición ya nos hace ver que algo no está funcionando (…) queremos retrasar el uso del primer smartphone (…) muchas funciones se pueden cubrir con un móvil que no sea inteligente. El escritor Sergi Onorato presentó la Guía Ayuno Digital, y también expuso las razones por las cuales es relevante que nos replanteemos qué relación tenemos las adultas con nuestros teléfonos móviles: «nos tenemos que plantear el modelo productivista promovido por el capitalismo en el cual todo el rato tenemos que estar haciendo cosas; quizás no hay que escuchar un podcast mientras estás cocinando; necesitamos recuperar los momentos en los cuales tenemos espacio para pensar y crear por nosotros mismos».
Más allá del MSC
El Mobile Social Congress se engloba dentro de la campaña de electrónica justa de SETEM Catalunya -con el apoyo del Ajuntament de Barcelona, y de la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament- por lo cual desde la entidad han insistido sobre la necesidad de seguir impulsando espacios de encuentro, sensibilización y de formación colectiva más allá del MSC. A lo largo del año la entidad ofrece talleres y formaciones para niños y jóvenes sobre estos aspectos. También publica y difunde tanto investigaciones como informes sobre el impacto del sector tecnológico. Otro de los retos de SETEM Catalunya es incidir en las administraciones públicas para que adopten criterios de Compra Pública Socialmente Responsable y para que exijan responsabilidades a las empresas transnacionales en el suyo respecto a los derechos humanos.
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