SETEM Catalunya, como miembros de la campaña europea Right to Repair, nos sumamos a la carta dirigida a los parlamentarios europeos, para pedir que la nueva Regulación Europea de Ecodiseño para Productos Sostenibles (Ecodesign for Sustainable Products Regulation) prohíba la destrucción de productos electrónicos y textiles no vendidos, junto con 45 entidades más de todo Europa.
La destrucción de productos no vendidos representa un derroche muy grave de recursos. A lo largo del proceso de fabricación de estos productos se producen fuertes impactos sociales y ambientales: contaminación de aguas, extracción de materias primas, contaminación producida por la distribución, condiciones de trabajo precarias tanto en el sector textil como electrónico, entre otros.
Los aparatos eléctricos y electrónicos continúan siendo uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en la UE, con una tasa de crecimiento anual del 2%. Además, se trata de residuos que contienen substancias tóxicas, y cuya tasa de recogida todavía es baja (menos del 40% de los residuos electrónicos se reciclan en la UE (2)). Los servicios digitales estrechamente relacionados representan el 4,2% de las emisiones europeas de GEH, de las cuales el 54% proviene de la fabricación de aparatos electrónicos (3).
El análisis de Francia sugiere que alrededor del 1% de todos los aparatos electrónicos permanecen sin vender y se destruyen cada año (1). Solo en el caso de microondas y hervidores de agua, se estima que se destruyen 98.000 y 140.000 unidades, respectivamente, cada año. Para estos dos productos, esto representa derrochar 25.000 toneladas de CO₂, 690 toneladas de acero, 110 toneladas de vidrio, 2 millones de litros de agua anuales (4).
Poner fin a la destrucción de bienes no vendidos puede ayudar a:
– Reducir los impactos ambientales y prevenir residuos de los sectores textil y electrónico.
– Promover el diseño industrial y la innovación en la gestión para acabar con la sobreproducción desde el comienzo.
– El resto de bienes no vendidos ofrecen una oportunidad para los mercados secundarios, por ejemplo, para los reparadores y restauradores y los actores de la economía social con nuevos productos y piezas de repuesto.
– Favorecer la reducción de la dependencia de la Unión Europea otros países por proveerse de recursos naturales y materias primas críticas.
Por otro lado, no se tiene que subestimar la oportunidad económica de encontrar nuevos mercados y una utilidad para los productos no vendidos. Las proyecciones muestran que el valor de la electrónica y la ropa destruida en la UE asciende a 21,74 mil millones de euros en 2022, (cifra más grande que todo el PIB de Chipre en el año 2020). Si no se toman medidas políticas, podría aumentar hasta 71,29 mil millones de euros en 2030, una cantidad de dinero similar a los ingresos generados por todo el mercado de comercio electrónico alemán el 2019 (5).
Puedes leer la carta en inglés aquí.
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Referencias
1. ADEME (2021). Etude des gisements et causes des invendus non alimentaires et de leurs voies d’écoulement. (including footwear)
2. Eurostat (2023) Waste Statistics – Electrical and Electronic Equipment.
3. GreenIT.fr. (2021) Digital technologies in Europe: an environmental life cycle approach (summary report).
4. Cambridge Econometrics (2023) New EU eco-design proposals: case studies to illustrate their potential impact.
5. Okopol (2021) Policy brief on Prohibiting the Destruction of Unsold Goods.