Un incendio en una fábrica de baterías de litio mata a 23 trabajadoras en Corea del Sur

publicado en: Noticias | 0
  • Más de la mitad de las 103 trabajadoras a la fábrica, incluidas algunas de las difuntas, eran trabajadoras con contratos temporales.


El pasado 24 de junio, una gran explosión incendió una fábrica de baterías de litio en Corea del Sur, matando 23 trabajadoras. El incendio empezó a las 10:31h de la mañana, hora local, después de que una serie baterías explotaran dentro de un almacén con unas 35.000 unidades. El fuego se extendió a través de la fábrica dirigida por el fabricante de baterías Aricell en Hwaseong, un importante clúster industrial a unos 90 minutos en el suroeste de la capital Seúl. Creada el 2020, Aricell fabrica baterías primarias de litio para sensores y dispositivos de radiocomunicación. Park, el CEO de Aricell, dijo que la empresa había cumplido plenamente con la seguridad, trámites y formación, pero más de la mitad de las 103 trabajadoras de la fábrica, incluidas algunas de las personas muertas en el accidente, eran trabajadoras con contratos temporales, contratadas a través de una empresa de contratación de personal.


Los funcionarios informaron que las víctimas probablemente sucumbieron a un gas extremadamente tóxico. Entre las 23 personas trabajadoras muertas, 17 eran chinas, 5 sur-coreanas y 1 de Laos, de los cuales 17 eran mujeres y 6 eran hombres.

En las últimas décadas, muchas personas de China han emigrado a Corea del Sur para buscar trabajo, al igual que otras personas migrantes de países del sudeste asiático: Estas personas a menudo acaban en fábricas o realizando trabajos físicamente exigentes y mal pagados que los surcoreanos no quieren asumir. A la industria electrónica, los colectivos más vulnerables en cuanto a vulneraciones de derechos laborales son las personas migradas, las mujeres y las personas jóvenes, y las personas con contratos no fijos.


Los productos químicos utilizados en la fabricación de baterías son altamente inflamables y, por lo tanto, es esencial que se apliquen medidas de seguridad estrictas. Es evidente que se descuidó la seguridad de las trabajadoras de Aricell. Este incidente pone de manifiesto graves fallos en los protocolos de seguridad, con consecuencias fatales.

Un accidente previsible y prevenible


La Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU) ha condenado el incidente como la peor explosión química y el accidente industrial más grande que afecta trabajadoras migrantes de la historia de Corea del Sur. Destacaron que este desastre era previsible y prevenible, dada la historia de explosiones de baterías de litio y las medidas de seguridad inadecuadas a la fábrica. A pesar de los numerosos controles de seguridad, no se implementaron contramedidas efectivas.

KCTU ha solicitado un apoyo inmediato y exhaustivo a las víctimas y a sus familias, una comunicación transparente sobre la causa del accidente, la participación de las familias de las víctimas en la investigación del accidente, y la aplicación estricta de la Ley de castigo de desastres graves para garantizar sanciones severas a los responsables.


El Sindicato Nacional de Trabajadores del Metal (National Metal Workers’ Union) se hizo eco de los hechos, destacando la reiterada incapacidad de priorizar por parte de las fábricas la seguridad de las trabajadoras por encima del beneficio. Señalaron que el incendio y las explosiones posteriores en Aricell subrayan las cuestiones sistémicas dentro de la industria, especialmente la explotación y la protección inadecuada de las trabajadoras migradas. La Unión exige una revisión completa de los sistemas de seguridad industrial y una investigación exhaustiva para evitar que se repitan tales accidentes.

Justicia y reparación


Desde SETEM Cataluña, queremos expresar nuestro pésame a las familias de las víctimas y nuestro apoyo a las personas afectadas. También nos solidarizamos con las organizaciones y grupos de trabajo que están pidiendo ayuda inmediata para las familias de las personas difuntas y las trabajadoras heridas. Exigimos una justicia rápida para quien ha perdido la vida en su puesto de trabajo. El gobierno de Corea del Sur tiene que responsabilizar a Aricell de esta grave negligencia y garantizar que estas violaciones de los derechos de salud y seguridad en el puesto de trabajo se sancionen adecuadamente de acuerdo con las leyes nacionales. Esta tragedia subraya la necesidad urgente de unas normas de seguridad sólidas y su aplicación estricta para proteger a todas las trabajadoras, independientemente de su nacionalidad, género o situación laboral.

La seguridad y la salud de las trabajadoras tienen que ser la máxima prioridad, y los cambios sistémicos son esenciales para evitar futuras tragedias.


Nos sumamos a la declaración de la Red Asiática para los Derechos de las Víctimas del Trabajo y del Medio Ambiente (ANROEV), con la cual denunciamos la grave negligencia y las violaciones de los derechos de salud y seguridad en el puesto de trabajo que provocaron la trágica muerte de las 23 personas trabajadoras en el incendio; y con la cual se exige:

– Que el gobierno asuma sus responsabilidades sobre la seguridad de las trabajadoras.
– Que se proporcione la compensación y el apoyo debidos a las familias de las trabajadoras muertas y a las heridas en el incendio.
– Que se lleve a cabo una investigación judicial integral del incendio fabril y facilitar información rápida al público, especialmente a las familias de las víctimas.
– Que haya justicia para las trabajadoras de Aricell.
– Que se fuerce la Ley de castigo por desastres graves, asegurándose que Aricell y todos sus oficiales implicados en esta grave negligencia de las normas de salud y seguridad en el puesto de trabajo sean considerados responsables y se les apliquen las sanciones adecuadas en virtud de la ley.


Fuentes:
Noticia a South China Morning, publicación del 24 de junio.
Noticia en Reuters, publicación del 25 de junio.