El diseño de los aparatos electrónicos es determinante para la sostenibilidad y el impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida. Las decisiones tomadas en esta etapa inicial condicionan y determinan el impacto ambiental y social de los dispositivos en las etapas posteriores.

En primer lugar, la selección de materiales afecta la cantidad y tipo de recursos necesarios para fabricar la electrónica. Actualmente, este tipo de tecnología requiere metales y minerales diferentes que se tienen que extraer de la Tierra, lo cual tiene un alto impacto social y ambiental. En el diseño se pueden tomar decisiones sobre la eficiencia no solo energética de los productos, sino del uso de materiales.

En segundo lugar, el diseño también determina la vida útil de nuestros dispositivos (durabilidad), así como su reparabilidad. Hoy en día, muchos aparatos se fabrican de forma que la reparación resulta difícil, costosa o imposible, con componentes únicos, piezas integradas y herramientas especializadas necesarias para repararlos; a veces ni siquiera se pueden abrir los aparatos.

Unplash Kilian Seile

 

A todo esto también hay que sumar como las actualizaciones de software provocan que los dispositivos queden obsoletos a pesar de funcionar correctamente.

→ Estas barreras a la reparación son algunos ejemplos de cómo se obstaculiza el derecho de las consumidoras a reparar sus productos y se los fuerza a comprar nuevos, fomentando una cultura de descarte que fomenta la creciente generación de residuos electrónicos, y los impactos que se derivan.

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